El aspecto y el estado saludables del cabello son indicadores de un estilo de vida sano mediante una dieta equilibrada.
Existen sustancias con numerosos beneficios para el crecimiento y el estado del cabello. En concreto, las vitaminas B2, B 5, B 6, B 9, la biotina, el calcio, el silicio y los oligoelementos como el zinc, el cobre, el hierro y el selenio, que pertenecen al complejo vitamínico B, influyen positivamente en el crecimiento del pelo y en su estructura en su conjunto.
Por eso se clasifican bajo el término colectivo de «vitaminas capilares».
Las vitaminas capilares favorecen el crecimiento del cabello, al tiempo que preservan su elasticidad y estructura saludable.
- Vitaminas del grupo B
 
- Biotina
 
- Calcio
 
- Silicio y oligoelementos
 
- Zinc
 
- Cobre
 
- Hierro
 
- Selenio
 
Las sustancias reunidas bajo el macrogrupo de las vitaminas capilares forman una unidad de acción biológica especial. Esto significa que el organismo necesita cantidades suficientes de todos los nutrientes pertenecientes al grupo de las vitaminas capilares para que desempeñen sus funciones.
Esto se debe a que, en caso de daño capilar, el organismo necesita (en las proporciones adecuadas) cada uno de esos nutrientes pertenecientes a las vitaminas capilares.
Los nutrientes que forman parte de las vitaminas capilares también realizan otras funciones corporales importantes, además de las acciones descritas anteriormente en su individualidad:
- Las vitaminas B intervienen en la formación y conversión de hidratos de carbono, proteínas y grasas. Su ingesta adecuada es un prerrequisito para el buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
 
- El calcio, en forma de fosfato, es el principal nutriente de los huesos.
 
- El hierro es el principal componente de la hemoglobina, el pigmento rojo de la sangre, que a su vez es responsable del transporte de oxígeno en nuestro organismo.
 
- Los nutrientes esenciales pertenecientes al grupo de los oligoelementos son, juntos o por separado, un requisito previo básico para un metabolismo corporal equilibrado.
 
En el contexto de asegurar el crecimiento y la calidad del cabello, cada nutriente del grupo de las vitaminas capilares tiene un beneficio específico, que sólo puede cumplir si los demás nutrientes del grupo de las vitaminas capilares también están disponibles en cantidades suficientes.
Las vitaminas del grupo B y la biotina, en particular, son responsables del crecimiento sano de nuestro cabello. El zinc interviene en la formación de queratina, un componente esencial del pelo que le da fuerza y resistencia.
El hierro, por su parte, es responsable de la regeneración capilar, haciendo que el cabello quebradizo recupere fuerza y flexibilidad. El silicio, conocido como sílice, evita el rebote y aporta elasticidad. El calcio, por último, garantiza y preserva la estructura saludable del cabello.
- caída del cabello
 
- crecimiento lento del cabello
 
- cabello quebradizo
 
- cabello con efecto paja
 
- encanecimiento prematuro del cabello
 
- cabello sin elasticidad
 
- cabello sin brillo
 
Fuentes importantes de vitaminas del grupo B son la carne, el pescado y las aves, los productos integrales, el salvado de trigo, la leche y los productos lácteos, las legumbres y la levadura.
Fuentes de biotina son la carne de vacuno y de cerdo, el pescado, la avena, el arroz integral, los cereales integrales, los frutos secos y las legumbres. Ricos en zinc, por otra parte, son el marisco, el pescado y los despojos, así como el queso, las setas y los cereales integrales.
Las principales fuentes de cobre son el marisco, el pescado, los despojos, los productos integrales y los frutos secos. Fuentes esenciales de hierro son la carne y las legumbres. Fuentes valiosas de silicio son el arroz integral, los productos de cereales y las cebollas. El calcio se encuentra en la leche, los productos lácteos y el queso, pero también en el pescado; sin embargo, los productos integrales, la avena, los frutos secos y las verduras verdes también aportan calcio.
- caída del cabello
 
- cabello quebradizo
 
- cabello con efecto paja
 
- encanecimiento prematuro del cabello
 
- retraso del crecimiento del cabello
 
- crecimiento lento del cabello
 
- cabello sin elasticidad
 
- cabello sin brillo
 
La necesidad de vitaminas capilares debería obviarse mediante la alimentación. Sin embargo, si a menudo se sigue involuntariamente una dieta unilateral, es fácil encontrarse con carencias de un determinado nutriente.
Como los nutrientes pertenecientes a las vitaminas capilares forman una unidad eficaz, si se sospecha un trastorno del metabolismo capilar, se recomienda suministrar al organismo esas vitaminas que necesita no individualmente, sino en conjunto.
- Atletas y deportistas con una necesidad energética elevada, que se cubre en parte con los nutrientes que cuentan entre las vitaminas capilares
 
- Personas mayores
 
- Personas que sufren caída del cabello
 
- Personas con escamas de caspa en el pelo
 
- Hombres y mujeres menopáusicas
 
- Mujeres embarazadas y en periodo de lactancia
 
- Personas con trastornos metabólicos y hormonales
 
Con una dosis adecuada de los nutrientes del grupo de las vitaminas capilares, no deberías experimentar efectos secundarios ni interacciones particulares con otros medicamentos o sustancias.